Uno de esos días en que el nivel de atención ha estado, y lo digo lleno de orgullo, en unos niveles muy altos. Un día para disfrutar de ser maestro. Hemos dado inglés, lengua española y expresión plástica. A última hora, cuando ya normalmente la atención y el interés se centran en:
- Profe, cuánto queda, profe no nos pongas deberes que nos ha puesto muchos Juanjo, profe mañaña tenerrr física? Walid, Educación Física, no física. Profe ayer vi a mi papá en la cantera, profe, que tengo que salir antes porque tengo que ir con mi madre al médico, profe...Por qué, Karim, te pasa algo? No, tiene que ir al médico ella, pero no sabe español...
Bueno, en fin, que me lío, un día en el que han trabajado muy bien. Han entendido la diferencia entre there are y there is, han hecho los ejercicios de lengua que teníamos para hoy, me han escuchado todos cuando he explicado lo de las comunidades autónomas bilingües.. No me quiero poner pesado, pero ha sido genial. Ojalá me hubiérais visto (sólo hoy, lo siento).
Incluso a última hora, cuando trabajaban con otro muñeco... -esta vez sin pegamento, aclaración para algún lector fiel, que creo que hay una-, la música de mi mac se oía. ¡Se podía escuchar la música! Ha sido genial. Bueno, sonaba (ya sabéis, el ITunes y el genio que tiene dentro que se llama aleatorio) Let the sunshine, el tema final de la ópera-rock Hair. Ese maravilloso grupo de voces gritaba "deja que el sol brille" (mis alumnos eso no lo saben, claro), y os juro que me he puesto a bailar -sentado en mi silla, sin levantarme pero haciendo el gilipollas con las manos- al ritmo de la música. Y algunos me han mirado y se han puesto a hacer lo mismo, pero escuchando al mismo tiempo la canción (sé que algunos no me creeréis, que pensaréis que me lo invento para el blog, pero es cierto). Y sólo en esos momentos ser maestro mola quetecagas. Sólo en esos (aclaración para estudiantes de magisterio). Pero mola quetecagas.
Y, os preguntaréis por qué lo titulo casi perfecto, ¿no? (si no os lo preguntáis, es que leéis como alguno de mis alumnos...)
Porque Diego, el más revoltoso -pero con diferencia- no ha venido hoy. He disfrutado, ¿y qué?.
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Decidí desde el principio cambiar los nombres de los niños en mis relatos. Me pareció lo más elegante, y lo más justo. Ayer, viniendo de la cantera (un paseo entre pinos, al estilo de los paseos de La lengua de las mariposas, en serio), una de mis alumnas me pregunta:
- Profe, ¿y tú por qué en tu blog nos cambias los nombres?
-Mmmm (alucino, pero reacciono rápido), porque me pareció que era mejor. No os había pedido permiso para hacerlo.
(Casi todos los nombres están cambiados).
7 de noviembre de 2007
Un dia casi perfecto
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3 comentarios:
Siiii!!! Aquí estoy, al mismito tiempo que tu, lo sé porque andaba yo por ahí comentando en vuestra prensa y esta entrada aún no estaba. Pedazo de tema estabas escuchando!!(te veo bailar). Me alegra que hayas pasado un día casi perfecto, ya tocaba...jobar!tenías que ver a mi hijo en este momento preguntándome un problema de matemáticas, socorroooo, que me estoy mareando...que yo no sé matemáticas!!!!!
No te sientas mal por disfrutar momentáneamente de ciertas ausencias. Es señal de que eres humano. Y cuanto más humano sea mejor profe serás. Creo.
Al final es como todo en la vida. Momentos. Nos equivocamos si pensamos que existen cosas que nos pueden proporcionar la felicidad para siempre. Lo importante es que esos momentos, sean muy intensos.
Vaya mierda de comentario que me ha quedado.
Ah, y que sepas que te he denunciado por utilizar mi nombre.
Y que hay unos ojos verdes que están deseando conocerte. A ver si lo podemos hacer pronto.
Un abrazo.
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