30 de agosto de 2016

La carpintería

Este año he conseguido, por fin, aprobar el examen de habilitación lingüística (y sigo sin saber cómo se dice eso en inglés) gracias a la carpintería. Por tercer año consecutivo, me presenté al examen oral, para ver si el tribunal me aprobaba. Como había suspendido las otras dos ocasiones anteriores, lo primero que hice mientras esperaba mi turno fue preguntar en el wordreference (una de las miles de joyas que tiene internet) cómo se dice en inglés  "a la tercera va la vencida", porque eso era lo primero que pensaba decir, después de "good afternoon". Lo solté, y al final aprobé. No lo sabía, pero ahora ya no se me va a olvidar (third time's charm).

Pero, ¿por qué gracias a la carpintería? Pues eso es lo que voy a intentar explicar, porque hay varias razones:

1 Hay un montón de gente en internet que tienen canales en youtube;  hay canales para todo el mundo, para todas las edades y para todos los gustos. Gente que pone en marcha la cámara, y se pone a hablar y a hacer cosas. En mi caso, a hacer cosas con madera. Los woodworkers. Como Youtube, que es muy listo (era ya muy listo antes de Google, o sea que ahora...) , sabe lo que me gusta, cuando abro el Safari ya tengo el menú de lo que ponen esa noche. Basta con elegir un vídeo, y disfrutar.

No todos son americanos, hay ingleses, alemanes, australianos, mexicanos, y también españoles. Y todos, sin excepción, hablan en inglés (y sin subtítulos). A unos los entiendo mejor, y a otros peor, pero, como se trata siempre de cosas relacionadas con la carpintería, resulta algo más fácil. Suelen ser de unos 20 minutos de duración, y yo llevo ya algo más de un año viendo un video diario. Me quedo dormido pensando cómo hacer un corte perfecto a inglete.

2 Hay una relación en mi cuerpo, en concreto en la parte del sentido del tacto, relacionada con la madera que sólo la mística puede explicar. No sé si puede hablar en este caso de la idea del contacto con la naturaleza, porque se trata de naturaleza muerta. Más bien creo lo contrario. Ese árbol, convertido en cuna, va a sobrevivirte. Tú ya no estarás, pero quizá la cuna tenga varios usos, porque, en el fondo, con esa intención lo haces. Para perdurar.

3 Mi abuelo era carpintero. Sí, como el abuelo de Heidi. Y sí, también, como San José. Durante muchos años se conservó aquel arcón gigante de madera, donde guardaba sus herramientas –aunque desgraciadamente se ha perdido–. Para mí, que contaba entonces unos seis años, aquel arcón era el arca perdida ( y yo, Indiana, claro).

Un día, con ocho años, mis padres me regalaron un banco de carpintero. No un banco de plástico, sino uno de verdad, con herramientas de menor tamaño, pero de verdad. Lo pusieron en mi habitación de aquel piso, y mi madre me dijo:

– Aquí lo tienes. Y no te preocupes por el serrín, tú juega todo lo que quieras.


28 de agosto de 2016

Mi opinión sobre Europa

En mi opinión, y teniendo en cuenta que escucho a Sabina desde los años de La Mandrágora hasta el día de hoy, hablar de Serrat es hablar de palabras mayores. No se trata de comparar o decidir a quién quieres más, sino que es algo mucho más sutil, muy difícil de explicar. Aunque quizá sólo lo explica -como todo- el paso del tiempo. Al fin y al cabo, Serrat lleva contándome cosas mucho más tiempo que Sabina. Si lo pienso, desde el come-discos con Tío Alberto, hasta el casete del dos-caballos, con Calle Melancolía... yo era otra persona. El primero, un adolescente, el segundo, alguien que aún se parece a mí (aunque cada vez menos).

La cuestión está en que yo siempre pensaré como él. Fue el primero que me contaba cosas que él mismo escribía, y que también las cantaba. Y además en la playa, y con el pelo largo. Un adolescente, que descubrió gracias a él por dónde había que tirar. El tío que me enseñó a Miguel Hernández (autor de unos versos omnipresentes en la pared de mi aula). El menda que un día me presentó a Antonio Machado. Yo había oído algo de ambos en el cole, me sonaban esos nombres, pero ni por lo más remoto tenía interés alguno por saber de qué iban los poetas.

Gracias a él, comenzó mi interés por Latinoamérica. Podía haber sido de otra manera, pero fue así. Aute cantaba en Madrid "mis amigos, Silvio, Teddy, Pablo y Joan..." Borrad a Teddy de la lista. Entonces Serrat ya había cantado "yo pisaré las calles nuevamente...". Y a través de algún amigo común, un día coincidimos los dos (Serrat y yo) con Pablo Milanés. Pablo hacía la segunda voz con Silvio. Y los demás, en las casas de los amigos,  y en los coches con el motor parado, hacíamos la tercera voz. Pasé a formar parte del grupo que hacíamos la tercera voz, pero que éramos imprescindibles cantando Ojalá. Un día, tomando una caña en un bar de Huertas con Luis Pastor, y diciéndole que Metro del lunes es lo mejor de lo mejor, coincidimos con Carlos Cano. Es curioso, porque un día en casa de un amigo, un compañero de Magisterio, también estaba Carlos Cano (esta vez de verdad).  Carlos vino un día a darnos clase en Magisterio. Dijo que él sólo quería leernos Nanas de la Cebolla, y escuchar la canción de Serrat, nada más. Eso era todo lo que tenía que decir sobre cantar y escribir canciones. Jamás olvidaré aquel momento.  Gracias a él, supe que había llegado la hora de posicionarte. De responderte a ciertas cosas, de tratar de buscar en tu interior algún criterio propio y firme por algunas cosas. Una opinión sobre las cosas importantes.

Fue aquel año que Serrat dijo que él quería cantar su canción en catalán, porque había sido creada  en catalán, porque era su lengua. Anda que no ha llovido. Aquella vez supe que había que organizarse, de alguna manera. Yo no iba a renunciar a saber qué quería decir con La Tieta. Quería saberlo todo sobre la tieta en catalán. Quise saber inmediatamente si tenía algo más que decir sobre el mar, después de tantos años. Y no paré, sin internet, hasta que lo entendí todo, palabra por palabra, verso por verso de Plany al mar.

Yo no canto en la ducha, pero sí lo hago dentro del casco, donde nadie me oye, (ni me ve) cantando. Realmente no canto, me sale solo. Es una especie de emisora interna, que sólo pone trocitos de canciones, versos sueltos que vete tú a saber por qué, salen solos del cerebro, con música y todo:

Es algo más o menos así:

Y bajan las escaleras como quiereeeen...
Uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia....Ella le pidió que la llevara al fin del mundo... ¡Asturias si yo pudiera, si yo supiera cantarteee! También habrá que saltar a la pata coja, oa oa, y habrá que coleccionar sellos de Nigeria,  gitano o payo pudo ser,.... y bajan las escaleras como quieren, pero puestos a escoger, soy partidarioooo, de un buen polvo a un rapapolvos, y un bombero a un bombardeo.... un lunar de tu cara a la pinacoteca nacional, y la revolución a las pesadillaaaaaas.. ...si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo, y en la calle codo a codo, somos mucho más que dos... mis amigos son unos atorrantes, se exhiben sin pudor, beben a morro, se pasan las consignas por el forro, y se mofan de cuestiones importanteeeees...Tienen doble vida, son sicarios del mal, entre esos tipos y yo, entre esos tipos y yooooo, (a veces se engancha, como si fallara la Wifi), entre esos tipos y yooooooo, hay algo personal...el sacristán ha visto hacerse viejo al cura, el cura ha visto al cabo, y el cabo al sacristán. Y mi pueblo después vio morir a los tres. Y me pregunto por qué nace la gente, si nacer o morir es indiferenteeeeee... un día de estos he de plantearme muy seriamente dejar de fumaaaar (si estoy en la terraza, pausa para una calada) con esa tos que me entra al levantarmeee... pero cómo explicar que me vuelgo vulgar al bajarme de cada escenarioooo... hace algún tiempo, en ese lugar, donde hoy los bosques se visten de espino, se oyó la voz de un poeta gritar, caminante no hay camino, se hace camino al andaaar. Esto es la murga, los currelantes, que al respetable buenamente va a explicar, el mecanismo tira palante, de la manera más bonita y popular, sacabe el paro y haiga trabajo, escuela gratis, medicina y hospital, pan y alegría nunca nos falte, que vuelvan pronto, los emigrantes, haya cultura y prosperiáaaaaaa... saca de paseo a tus instintos y ventílalos al sol, y no dosifiques los placeres, si puedes, derróchalos... nos empeñamos en dirigir sus vidas, sin saber el oficio, y sin vocación, les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones, con la leche templada, y en caaaada canción..... por cierto al techo no le iría nada mal, una mano de pinturaaaaa...  Niño, deja ya de (con una jota muy pronunciada), joder con la pelotaaaa, niño... de vez en cuando la vida, toma conmigo café, y está tan bonita que da gusto verla, se suelta el pelo y me invita  a salir con ella a escenaaaaa
Ni a quien sirven cuando alzan las banderaaaas...

Mi curro consiste, entre otras muchas cosas, en explicar qué es Europa. No porque yo me empeñe en explicarlo -que no es el caso-, sino porque lo dice la ley.

No sé si Serrat quiere ser de otro país. Lo que diga él, estará bien dicho. La última vez que recuerdo que había que organizarse, se crearon las autonomías. Cataluña ya existía, y Madrid no. No, al menos, como comunidad autónoma. A mí no me parece que les quedara bien el mapa, pero bueno, es lo que hay. Además, a mí los mapas que me gustan son los que tienen dibujitos, no rayas.






27 de agosto de 2016

Para septiembre

Esta es la primera vez que te escribo.

Espero ver tu cara cuando leas esto, pero no sé si aún estaré aquí llegado ese momento. Quiero que sepas que ya hace tiempo que estás en mis sueños.

Llevo meses caminado por la calle y viendo mujeres embarazadas, y mujeres con bebés en brazos. Sólo me interesan cosas como el foulard porta-bebés, la maxicosi, y una Yamaha de madera que he visto. Pero no es de eso de lo que quería hablarte.

Sólo quiero que sepas que desde el instante que supe que ibas a existir, justo en ese instante, te espero con impaciencia. Pienso contarte muchos cuentos, todos lo que me sé de memoria, y todos los que me inventaré para ti.

Te quiere tu abuelo.