28 de noviembre de 2007

Admiróse un portugués

Bueno, se ha dado bien. El autocar ha llegado un poco tarde -hace mucho frío en el pueblo por las mañanas-, pero al final hemos llegado a tiempo. La sala de teatro San Pol, a quienes quiero felicitar desde aquí por su magnífico trabajo, estaba llena. Llena de niños de diferentes colegios, llena de niños de diferentes orígenes. Nos han colocado en dos grupos, y a mí me ha tocado sentarme con un grupo de niñas, algunas de mi clase, otras de 5ºA. El resto de mi colegio han subido al anfiteatro.

Antes de que apagaran las luces, mis alumnas han notado que todos los niños de delante iban vestidos igual: con el uniforme del colegio. Una de las maestras se ha dirigido a un grupo de ellos, pidiéndoles que se quitaran los abrigos, y que estuvieran en silencio. Hasta ahí todo normal; solo que lo ha hecho en un perfecto francés. No en el francés que aprendimos en el colegio, sino en ese francés que únicamente se aprende en esos colegios. O en Francia.

Y me acordado de una de mis poesías favoritas (la escribiré mañana en la pizarra):

Admiróse un portugués
de ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
«Arte diabólica es»,
dijo, torciendo el mostacho,
«que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo y lo habla mal;
y aquí lo parla un muchacho».

Nicolás Fernández de Moratín


Una de mis alumnas, con la boca abierta, y hablando bajito para que no la oyeran:
"Profe, ¿has visto? Hablan en inglés. Son ingleses."

(Yo, también en voz baja)
No, es francés. Debe ser un colegio francés.

Mi alumna:
"Pero... ¿de Francia?"

No, de Madrid. Hay colegios bilingües en Madrid. Aprenden Lengua, Cono y todo lo demás en francés.

Se han apagado las luces, y ha comenzado la obra. Mis alumnas se han portado bien. Han prestado toda su atención, y se han mantenido en silencio. Y, debo decirlo, los niños bilingües no.

27 de noviembre de 2007

El señor conductor no se ríe

Mañana nos vamos a Madrid, a ver una obra de teatro: El jorobado de Notre Dame. Por primera vez, unos 45 niños saldremos en autobús de Cadalso de los Vidrios, hacia la sala de teatro San Pol. A última hora, me preguntaban mis alumnos si podían ir cantando en al autocar.

Por supuesto que sí. Siempre que vayamos de excursión, aunque sea a ver una obra de teatro, como en este caso, podéis cantar. Así el viaje se os hará más corto.

Diego:
"Sí, profe, ¿pero podemos decir palabrotas? Es que cuando vamos con el entrenador de fútbol sí nos deja."

¿Cómo? ¿Palabrotas? He dicho que podéis cantar, pero no decir palabrotas.

Luis:
"Buah, ¡si es que las canciones que cantamos son con palabrotas!.

Un grupo de ellos:
"Alcohoool, alcohooool, alcooohol hemos venido, a emborracharnos, el resultado nos da igual..."

Basta ya. Me refiero a las canciones que se cantan normalmente cuando vas en el autocar. Por ejemplo, el señorrr conductor no se ríeeeee, no se ríeeee, no se ríeee....."

No se ríe. Ni se reirá mañana. El top-ten de canciones de autocar ha cambiado mucho. Tanto como yo.

26 de noviembre de 2007

Es una pena

(Es lunes, comienzo a leer en El País un artículo sobre el acoso a menores en internet y me da tanto asco que no sigo leyendo.)

Es una pena la opinión que muchos padres tienen acerca de internet. No digo que sea una opinión equivocada, sólo digo que es una pena. Entiendo perfectamente el temor que puedan tener de que su hija o su hijo se vea metido dentro de una conversación con una persona -por llamarle de alguna manera- que dice tener la misma edad que su hija, y que resulta ser peor que un animal. Yo también tengo hijos, aunque son ya mayores y saben defenderse solos. Cuando hablé hace días en clase sobre el anonimato, porque alguien llamado "Anónimo" nos felicitó en El Correo de Cadalso, expliqué en clase qué era eso. Y les dije que quizá nunca sabríamos quién era esa persona que tan amablemente nos animaba a continuar nuestro trabajo en internet. Al poner en marcha nuestra iniciativa, dudé si limitar los comentarios, o directamente evitarlos. Hasta ahora, hemos tenido suerte, pero sé que eso no significa que algún día, alguno de mis alumnos pueda toparse con uno de estos salvajes.

Aún así, no podemos dejar pasar esta oportunidad. No podemos. Debemos seguir usando internet, debemos seguir tratando de sacar partido al mayor fenómeno de comunicación social que tiene el ser humano desde la invención de la imprenta. Y nada ni nadie nos lo va a prohibir. La gente mala lo seguirá usando. Y la gente buena también.

El maestro de La lengua de las mariposas decía que si conseguían que una generación creciera libre en España, ya nadie les podría quitar la libertad. Ojalá consigamos otra generación que sea capaz de seguir creciendo en internet. Porque si no lo conseguimos, alguien se encargará de marcar las reglas.

22 de noviembre de 2007

Preparando la fiesta del colegio

El otro día tuvimos una reunión todos los tutores con la directora, y la jefa de estudios. Entre otros temas del orden del día, figuraba el de la fiesta de Navidad. Según me explicaron, todos los años, el día antes de las vacaciones -tengo un sueldo de mierda, pero el día 21 me voy de vacaciones. Increíble. Hace veinticinco años que no tengo vacaciones en Navidad- todas las clases vamos al polideportivo, y cada clase hace un baile. Un baile, sí. No una pequeña representación de teatro, ni una lectura de versos, ni nada que tenga que ver con hablar, porque -según me cuentan- no se oye bien, y los padres y madres quedan defraudados.

Yo, como todo el mundo, tengo muchas limitaciones. Y entre ellas están la torpeza manifiesta para la expresión plástica y la danza. En Magisterio, hace... más de veinte años... aprobé la asignatura porque cuando hubo que bailar y cantar, yo me apunté a tocar la flauta. Por eso me salvé. ¿Y ahora qué hago?. Uno a uno, todos los tutores y tutoras fueron explicando en la reunión qué tipo de baile iban a hacer. Algunos, los más pequeños, hasta con disfraces incluidos. Me tocó hablar a mí, y lo único que se me ocurrió fue decir que aún estaba pensándolo.

Hoy, nada más empezar el día -y aprovechando que antes de empezar su nivel de atención es más alto- les he contado a mis alumnos lo de la fiesta. Y les he preguntado si tenían pensado algo. Me han dicho que sí, que quieren bailar la canción de Melendi.

(de repente, sin saber aún de qué canción se trataba, me he imaginado una representación de todos mis alumnos haciendo que van en un avión, y uno de ellos hace de Melendi....)

Les he pedido que me cantaran un poco la canción, y ... te cagas. Es la de "Me gusta el fútbol porque soy, dios en casa por un día, sentadito en mi sofá, veo la champions y la liga, no quiero perderme nadaaaa, del domingo y su jornadaaaa..."

Así que eso es lo que tenemos que bailar. Y no tengo la más remota idea de cómo hacerlo. Si a alguno de vosotros se le da bien la coreografía, le invito a mi casa a cenar.

21 de noviembre de 2007

El carné de periodista

Algunos de vosotros ya conocéis mi torpeza en la asignatura de Expresión Plástica -mis alumnos, desde luego sí-. Como este miércoles nos tocaba construir de nuevo una figura con ese horrible pegamento..., se me ocurrió hacer otra cosa: una identificación de periodista de El Correo de Cadalso. Así podríamos usarla en la fiesta de navidad del colegio -para cubrir el evento-, y en cualquier ocasión que merezca el interés de este grupo de periodistas (partidos de fútbol en el pueblo, una entrevista al alcalde que me han dicho que quieren hacer, etc.).

Preparé con el mac un diseño, con la mancheta del periódico, la dirección en internet, la palabra "Periodista", y un hueco para que cada uno pusiera su nombre. Durante el recreo he cogido unos cuantos cartones de las cajas de folios, y los he cortado a la medida de la identificación.

Puede parecer una tontería, pero se lo han pasado genial. Han trabajado muy bien durante todo el día -la clase de Expresión plástica es a última hora-, y al final me han pedido que hiciéramos una foto. No tengo cámara, sólo uso la que tiene dentro el mac, así que era imposible que salieran todos.

A partir de este momento, si algún día os encontráis con alguien que quiere preguntaros algo, y os enseña esta identificación, ya sabéis. Estáis ante un periodista de El Correo de Cadalso.

20 de noviembre de 2007

El centenario de Antonio Machado

Todos los días, antes de que entren y se origine el ruido de fondooooo, suelo preparar la clase. Abro mi mac, y me pongo algo de música. Recuerdo cuando en la oficina en la que trabajaba antes no me dejaban hacerlo. Como además estoy solo, echo un vistazo rápido a mi ITunes y pongo la canción que me apetece (algunos días la misma del día anterior).

Hoy me ha dado por poner a Serrat, con Antonio Machado. Mientras escuchaba, he pensado que quizá fuera buena idea analizar en clase esos versos. No lo he hecho porque lo diga el programa, ni tampoco porque piense que vendría bien. Lo he hecho por pura curiosidad. No sabía si entenderían algo, y quería saberlo. Quería saber si eran capaces de leer poesía, y entender que lo que está escrito quizá se refiera a otra cosa. He escrito en la pizarra:

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.


Ahora quiero que cada uno lea esto, y que piense qué quiso decir el poeta cuando lo escribió.

Ricardo:
"Profe, pero sin escribirlo, ¿vale? Que está toa la pizarra llena."

Sin escribirlo, vale. Pero tenéis que pensar. ¿Qué es eso de que el camino se hace al andar?

Luis:
"Profe, ¿qué significa "estelas"?

(En fin, trato de explicar lo que significa la palabra "estela", hablando de los barcos, lo buscamos en el diccionario y escojo a uno de ellos para que escriba el significado en nuestro diccionario (unas hojas forradas de plástico donde escriben el significado de las palabras que van surgiendo).

(Vuelve el ruido de fondooo, y cuando ya estoy a punto de rendirme, y de volver a nuestros ejercicios cotidianos...)

Jorge:
"Profe, ¡ya lo sé! Es el pasado. Se refiere al pasado. Que las cosas que ya han pasado ya no vuelven."

Vaya, resulta que sí lo saben. Pero menos mal que estoy yo solo con ellos, que no estaban ni Serrat ni Machado en clase.

19 de noviembre de 2007

El abrazo

Uno de mis alumnos no sabe aún leer ni escribir. El año pasado llegó con sus padres de Marruecos (no sé cómo llegó, ni me importa). Al hablar, tiene muchas dificultades aún, y mucho más si se trata de hablar de cosas que suceden fuera del colegio. Conoce el vocabulario habitual del colegio:

Profe, sa colao; profe mampujao, profe sacarrr punta?, profe, mira, un pájaro -le apasionan los pájaros, sólo quiere buscar pájaros en google images- profe, tenerr física?, profe, ¿cuánto falta?, profe ¿qué hay después?, profe, mi padre trabaja en vivero -no usa los artículos, como Radomir Antic- profe dibuja moto -que le dibuje una moto... ya me gustaría a mí saber dibujar una moto-, profe, etc, etc, etc... profe.

Ya os he contado que todos los días, salgo del aula para ir a buscarlos donde hacen la fila (no voy a insistir nunca más en el concepto "fila". No lo pillan.). Después entramos en clase, (por supuesto, nunca en fila), y comienza el ¿el qué? El ruido de fondoooo. Mientras, cuelgan el abrigo, colocan la mochila, sacan el estuche y, principalmente, me hablan todos a la vez. Todos a la vez me quieren decir algo. Es una pena, porque me encantaría saber qué tratan de decirme, pero no siempre me entero.

Y entonces, todos los días, desde que comenzó el curso, sucede. Él me da un abrazo.

15 de noviembre de 2007

El recreo y los saltamontes

Lo primero que quiero deciros es que sí, se sigue llamando recreo. No sé si conservamos alguna otra palabra de mi infancia, pero esa sí. Podría llamarse ahora, por ejemplo, tiempo de libre disposición; pero afortunadamente no, lo llamamos recreo. Y el recreo, en mi colegio, es un tanto particular (sí, como el patio de mi casa). Está situado sobre la ladera de un monte, y aún sobreviven en él varias encinas -imaginaos a las pobres encinas-. Los niños y niñas corren, saltan, juegan a los cromos, a las canicas y a la cuerda, y conocen perfectamente el desnivel, por lo que afortunadamente hay pocas caídas -aunque de vez en cuando tienes que ir a por el Betadine-.

Lo que quiero contaros hoy me ocurrió hace días. Una de las cosas que algunos niños hacen para molestar a las niñas, y hacer que griten -gritan con una potencia y unos agudos que te retuercen el tímpano-, es capturar pequeños saltamontes con la mano y arrojarlos sobre la zona donde esté la víctima elegida. En ese momento, estés donde estés, oyes los consabidos gritos y te dispones a solucionar el conflicto, y reprender al agresor.

(Solucionar el conflicto y reprender al agresor... cuántas tonterías puedo decir en tan poco espacio)

El caso es que hace poco, estaba durante el recreo paseando por la zona de los más pequeños. Seis años. Un grupo de niñas, unas seis o siete, estaban jugando a algo que me llamó la atención. Iban corriendo detrás de algo que yo no conseguía ver. De vez en cuando se agachaban, y abrían una pequeña cajita. Estaban cazando saltamontes. Los cogían, los depositaban en su mano, jugaban con esos bichos con una naturalidad que me dejó boquiabierto.

Hola, ¿qué hacéis?
"¡Hola Profe! Estamos cazando saltamontes. ¿Quieres verlos? ¡Mira!"

Y yo voy y miro. Y veo una caja de plástico (de las que compras en LM para los tornillos) llena de saltamontes diminutos. No sabría deciros cuántos, pero más que suficientes para hacer un programa de esos de la tele. Esos donde lo que ves es a alguien arrojando por encima a alguien un cubo de bichos. Pues eso. Eso era lo que vi. Y ellas con seis años, allí, jugando con los bichos esos. Puse mi mejor sonrisa forzada...

Mmmm, son muy... muy bonitos. Tened cuidado no se escapen.

"No pasa nada, profe. Cogemos más".

Ese día pensé:

No sé si es la maravillosa evolución del ser humano por sí mismo, o es porque tienen una maestra/maestro quetecagas. Pero sea por una cosa, o por otra, a estas niñas ya nadie las va a asustar con saltamontes.

13 de noviembre de 2007

La chatarra

El otro día por fin conseguí hablar con la madre de Diego. Él no quiere estudiar, no quiere hacer nada. No consigo que tome interés por ninguna asignatura, por ninguna actividad. Me dijo hace días que para trabajar no hace falta estudiar. Que tiene un primo que ya está trabajando, y que no estudiaba nunca. Ni siquiera le importa no entender su propia letra. Como os decía hace días, aún no he conseguido que participe en El Correo de Cadalso, pero alguno de estos días lo conseguiré.

Su madre, a quien comuniqué por escrito que necesitaba hablar con ella, vino por fin. No voy a reproducir el diálogo, porque no quiero aburrir. Quise que estuviera él también, porque las cosas de las que íbamos a hablar eran también de su interés. Y estaba también Juanjo, el profesor de Matemáticas.

Sólo reproduciré esto:

Me dijo el otro día que no quiere estudiar. Que quiere ser chatarrero, y que para eso no hace falta ir al colegio.

Su madre:
"¿Ah sí? ¿Eso dijiste al profesor? ¿Y quién te ha dicho que para la chatarra no hace falta estudiar, eh? ¿Es que te crees que si no sabes de kilos no te van a engañar, eh? ¡Responde!

Juanjo (el de Matemáticas):
Si no es sólo eso. El caso es que a mí en Matemáticas algunas veces trabaja, pero...

(Yo, ya desesperado, sin saber qué decir ni qué hacer, sin argumentos, pero siendo consciente de que el momento era muy importante, me acuerdo de lo que hemos hecho en Conocimiento del Medio por la mañana, y le pregunto...)

Diego, ¿tú sabes por qué la chatarra se oxida?

Diego (mirando hacia abajo, no con esa mirada desafiante que me pone siempre en clase):
"¡Y yo qué sé! No sé.... por el viento, y eso".

¿LO VES? No lo sabes. No sabes lo que pasa con el hierro cuando está al aire libre.

La madre (mirando al niño, y bastante enfadada):
¡Será posible! ¿No te da vergüenza? Anda, vámos pa casa.



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Recuerdo que sólo los nombres son ficticios. Se me ha ocurrido una cosa (sigo pensando que al final de curso haré un libro con todo esto. Aunque me cueste a mí la pasta). Como sois muy pocos lectores, quiero mencionaros. Al menos así agradezo vuestros comentarios en El Correo de Cadalso.

Gracias a: Ache, Esther, Clandestino, Mariano, Mexileña, Anadja, Viguetana, La interrogación, Maite, Rodros, Alba, Chafardera, Chedor, Fumarel, Aprendiz, n4kro, Envidio con roquefort, A la mar fui a a por naranjas, Zurdo de incógnito...
(Bufff, ya os pondré los links, que no me funciona el editor html).

Y también a Anónimo. Escribo por ti.

12 de noviembre de 2007

Hoy se han portado bien

Pero no os lo puedo contar. Tengo que hacer inmediatamente los trámites para el Concurso de Traslados. ¿Que qué es eso? Preguntadle a cualquier funcionario del Ministerio de Educación. La solicitud para que el año que viene no me envíen a trabajar a otro cole muy lejos de mi casa.

Mañana nos vemos. Ya veremos qué hacen en mi ausencia (a pesar de que les he pedido por favor que se porten bien). Saludos a todos.

Mújol.

8 de noviembre de 2007

El segundo numero de El Correo de Cadalso

Ya está listo. Aunque aún faltan algunas cosas que han preparado, y que no les dio tiempo a incluir, ya podéis visitarlo. Ya han participado casi todos. Mejor dicho, todos menos uno. Sí, aquel a quien mencionaba hace días, y que esperaba que cambiara su actitud. No ha hecho nada, pero seguiré intentándolo.

Entre otros muchos artículos interesantes, podéis leer un magnífico anuncio de un producto de limpieza llamado "Agua de Loro" (una dramatización que hicieron con Ana, la profesora de Música), varios reportajes sobre gastronomía de algunos países (a ver quién es el que nos explica a todos qué significa la palabra "sancochar"), artículos sobre nuestro colegio, sobre la excursión a la cantera -ejem, explotación minera a cielo abierto-, sobre la fauna y la flora de Cadalso de los Vidrios, etc. Un magnífico periódico gratuito. (Por cierto, en esto mis alumnos no están de acuerdo. Quieren que quitemos la palabra "gratis" de la mancheta.)

Además, hay otro artículo. Una entrevista. Una entrevista al cura de Cadalso. No me preguntéis por qué. No soy el director de la publicación. Sólo me limito a estar aquí en casa varias horas al día -además de estar escribiendo mi diario, como ahora- subiendo las fotos de los niños con una banda bastante estrecha. Y maquetando en Quark el periódico, para que en papel tenga un aspecto de eso, de periódico. Menos mal que Ache, mi mujer, me ayuda en todo. Estoy seguro de que el cura de Cadalso, a quien no conozco, sabe responder más cosas, además de "Sí", y "No". Pero yo no me las voy a inventar, ¿no?


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No sólo sois mis lectores. Sois mis colaboradores. Así que, seguid comentando cosas y animando en je, je, je, je, El Correo de Cadalso. Muchas gracias.

7 de noviembre de 2007

Un dia casi perfecto

Uno de esos días en que el nivel de atención ha estado, y lo digo lleno de orgullo, en unos niveles muy altos. Un día para disfrutar de ser maestro. Hemos dado inglés, lengua española y expresión plástica. A última hora, cuando ya normalmente la atención y el interés se centran en:

- Profe, cuánto queda, profe no nos pongas deberes que nos ha puesto muchos Juanjo, profe mañaña tenerrr física? Walid, Educación Física, no física. Profe ayer vi a mi papá en la cantera, profe, que tengo que salir antes porque tengo que ir con mi madre al médico, profe...Por qué, Karim, te pasa algo? No, tiene que ir al médico ella, pero no sabe español...

Bueno, en fin, que me lío, un día en el que han trabajado muy bien. Han entendido la diferencia entre there are y there is, han hecho los ejercicios de lengua que teníamos para hoy, me han escuchado todos cuando he explicado lo de las comunidades autónomas bilingües.. No me quiero poner pesado, pero ha sido genial. Ojalá me hubiérais visto (sólo hoy, lo siento).

Incluso a última hora, cuando trabajaban con otro muñeco... -esta vez sin pegamento, aclaración para algún lector fiel, que creo que hay una-, la música de mi mac se oía. ¡Se podía escuchar la música! Ha sido genial. Bueno, sonaba (ya sabéis, el ITunes y el genio que tiene dentro que se llama aleatorio) Let the sunshine, el tema final de la ópera-rock Hair. Ese maravilloso grupo de voces gritaba "deja que el sol brille" (mis alumnos eso no lo saben, claro), y os juro que me he puesto a bailar -sentado en mi silla, sin levantarme pero haciendo el gilipollas con las manos- al ritmo de la música. Y algunos me han mirado y se han puesto a hacer lo mismo, pero escuchando al mismo tiempo la canción (sé que algunos no me creeréis, que pensaréis que me lo invento para el blog, pero es cierto). Y sólo en esos momentos ser maestro mola quetecagas. Sólo en esos (aclaración para estudiantes de magisterio). Pero mola quetecagas.

Y, os preguntaréis por qué lo titulo casi perfecto, ¿no? (si no os lo preguntáis, es que leéis como alguno de mis alumnos...)

Porque Diego, el más revoltoso -pero con diferencia- no ha venido hoy. He disfrutado, ¿y qué?.



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Decidí desde el principio cambiar los nombres de los niños en mis relatos. Me pareció lo más elegante, y lo más justo. Ayer, viniendo de la cantera (un paseo entre pinos, al estilo de los paseos de La lengua de las mariposas, en serio), una de mis alumnas me pregunta:
- Profe, ¿y tú por qué en tu blog nos cambias los nombres?
-Mmmm (alucino, pero reacciono rápido), porque me pareció que era mejor. No os había pedido permiso para hacerlo.

(Casi todos los nombres están cambiados).

6 de noviembre de 2007

La primera salida

Hoy no hemos tenido clase en el aula. Hemos ido andando a una cantera que hay cerca del pueblo, y hemos aprendido, entre otras cosas, que su nombre correcto es "explotación minera a cielo abierto". Nos ha recibido un chico joven, asturiano, e ingeniero de minas.

Pedro, uno de mis mejores alumnos, no ha venido hoy. Ya me avisó su madre que no vendría a la cantera.

El ingeniero de minas:
"...y mi función aquí es principalmente comprobar que todo se hace según los procedimientos establecidos, según marca la ley. ¿Tenéis alguna pregunta?"

Ricardo (otro alumno mío, primo de Pedro):
"Sí, ¿qué pasa si se muere alguien?"

El ingeniero de minas:
"Bueno, si hay un accidente de ese tipo, hay una serie de expertos que vienen y analizan con todo detalle las causas, e investigan si se siguieron todas las normas de seguridad".

Ricardo:
"Pues mi tío se murió aquí."

(Hemos terminado la charla, hemos visto cómo se parte la piedra con cordón de pólvora -le he preguntado al amable ingeniero si tenían bien guardada la Goma2 y me ha dicho que sí-, y después hemos estado en un fantástico pinar el resto del día. Siento mucho que Pedro no haya venido, pero lo comprendo perfectamente. Mañana será otro día, y estará de nuevo en su mesa, como todos los días).

5 de noviembre de 2007

La envidia

Como todos los lunes, uno de los consuelos que yo me busco -cada cual tiene los suyos- es que al menos tengo el dominical de El País intacto, listo, como yo, a comenzar la semana. Y esta semana Javier Marías habla sobre la envidia. Escribe acerca de lo que todos reconocemos como el defecto nacional (o internacional).

A última hora, después de estar con mis alumnos todo el día, me voy a 5ºA (la otra clase de 5º) a dar Inglés:

Good morning
- Dani:
"Good morning profe. ¿Has visto lo que ha hecho Iñaki? Ha construido un volcán, como el que sale en el libro de cono, mira."

(Iñaki me enseña un volcán precioso, hecho con arcilla y luego pintado, sobre un contrachapado. Ha traído incluso bicarbonato para simular la erupción).

A ver si tenemos tiempo al final de la clase y lo veo. Me encantaría verlo.

(Pero en mi clase. Me encantaría verlo en mi clase. Luego, hablando con Julio, su tutor, me ha explicado que lo han puesto en el suelo, protegido con papeles, y que ha sido todo un éxito).

Pues eso, el defecto nacional. Soy campeón de España.

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Ah, permitidme una cosa. Ya comenté que leímos un día en clase los comentarios que -tan amablemente- pusisteis (y que, en nombre de mis alumnos, os agradezco a todos). Estamos ya preparando el segundo número de jejejeje, El Correo de Cadalso. No me vendría nada mal que, antes de publicar el segundo número, tuvieran algún comentario más.... Muchas gracias.