Uno de mis alumnos no sabe aún leer ni escribir. El año pasado llegó con sus padres de Marruecos (no sé cómo llegó, ni me importa). Al hablar, tiene muchas dificultades aún, y mucho más si se trata de hablar de cosas que suceden fuera del colegio. Conoce el vocabulario habitual del colegio:
Profe, sa colao; profe mampujao, profe sacarrr punta?, profe, mira, un pájaro -le apasionan los pájaros, sólo quiere buscar pájaros en google images- profe, tenerr física?, profe, ¿cuánto falta?, profe ¿qué hay después?, profe, mi padre trabaja en vivero -no usa los artículos, como Radomir Antic- profe dibuja moto -que le dibuje una moto... ya me gustaría a mí saber dibujar una moto-, profe, etc, etc, etc... profe.
Ya os he contado que todos los días, salgo del aula para ir a buscarlos donde hacen la fila (no voy a insistir nunca más en el concepto "fila". No lo pillan.). Después entramos en clase, (por supuesto, nunca en fila), y comienza el ¿el qué? El ruido de fondoooo. Mientras, cuelgan el abrigo, colocan la mochila, sacan el estuche y, principalmente, me hablan todos a la vez. Todos a la vez me quieren decir algo. Es una pena, porque me encantaría saber qué tratan de decirme, pero no siempre me entero.
Y entonces, todos los días, desde que comenzó el curso, sucede. Él me da un abrazo.
19 de noviembre de 2007
El abrazo
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4 comentarios:
Entonces ese niño no sabe leer y escribir, pero sabe hablar perfectamente. Habla uno de los idiomas más sencillos en su gesto, más difícil en su decisión y más completo en lo que transmite.
Abuelo eres grande.
Besitos/azos.
Yo tampoco tengo mas remedio que abrazarte todos los días.
Ese niño, además, sabe medicina aunque él no lo sepa. No conozco mejor bálsamo que los abrazos y los besos.
Si no te conociera, diría que te inventas estas historias.
Conozco a un Editor que estaría muy interesado en publicar un libro de historias como estas que pones aquí en tu blog. Si te interesa, dímelo. Eso sí, no esperes ganar dinero eh...
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