12 de febrero de 2008

Impasible al alemán

Lo he leído hace poco en Libertad Digital, y no me puedo quedar con las ganas de contarlo.

Hay cosas que uno aprende de memoria, simplemente por el viejo método de repetirlas. Y cuando uno tiene la edad de mis alumnos, es un método particularmente eficaz. Es a esta edad cuando uno comienza a desarrollar una serie de patrones internos de comportamiento que le acompañarán para el resto de sus días; aunque abandonemos algunos al llegar a la edad adulta, -como lo de ir andando evitando pisar las rayas de las baldosas- hay otros que se quedan residentes en alguna parte de nuestro cerebro. Generalmente, este tipo de manías tienen que ver con las matemáticas -hacer multitud de cábalas con los números de las matrículas, contar los pisos del ascensor, etc, etc.- pero otras veces tienen que ver con otras áreas del conocimiento. Lo que resulta más paradójico es que no tienen ningún sentido práctico, al menos aparentemente. Cuando uno ve las cosas desde la perspectiva de los diez años, no sabe por qué aprende las cosas, ni por qué no las aprende. Hay una única forma de que la chispa surja, de que nuestro mundo interior, que no para de analizarlo todo, vea la gran oportunidad de navegar a sus anchas: leyendo. Es así cuando uno comienza a darse cuenta de que no estamos locos, que no somos distintos, que hay otros que también les da por pensar cosas muy raras, de magia, de terror, de fantasía, de drama, de tragedia,... Y es así como uno aprende. Esos otros datos, los que se quedaron allí por aquellas manías, lo único que hacen es ocupar espacio en la memoria (unos pocos bytes), nada más.

En el colegio General Moscardó, barrio de Usera, no había ni un solo chino. Bueno, ni en Usera ni en España. Los únicos chinos que había eran los de la familia china. El padre chino, la madre china, el niño chino y la niña china (creo que también estaban los de el abuelo chino y la abuela china, pero no podría asegurarlo). Y la familia bantú. El padre bantú (con una tibia en el flequillo), etc, etc.

Tengo 4.. bueno, estoy a punto de cumplir 47 años. Y yo he cantado el Cara al sol en el colegio. (Ojalá me sintiera orgulloso de haberlo hecho, pero no lo estoy).

Y sólo he recordado, durante toda mi vida, las palabras "impasible al alemán". Eso era lo que cantábamos (o lo que sólo cantaba yo, nunca lo sabré). Siempre he entendido, y lo sigo haciendo, que equivale a "a los alemanes, ni mirarlos".

Lo digo en serio, de verdad.

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Siempre he contado esta anécdota (aunque no me llamo Abuelo Cebolleta). Y ahora va un periodista de Libertad Digital (César Vidal), y cuenta lo mismo. ¿Habrá estado en el mismo cole que yo?

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Es la primera vez que leo la letra de esa canción, nosotros ya no la cantábamos; pero a mí me pasó con una poesía a la Virgen, que cantabamos en las flores de mayo;toda la vida cantándola, y cuando la leí me dí cuenta que la letra era otra.
Lo de imposible el aleman también tiene significado ahora, lo digo por la dificultad del idioma. Por lo menos para mí.

Anónimo dijo...

Por si alguien piensa que Mújol nos está vacilando, aquí va esto:

Mújol dijo...

Tengo dos lectores habituales -seguro que hoy no- desde Alemania. Y eso mola quetecagas.

Paco Bernal dijo...

Hola!
Tienes más de un lector habitual, aunque no siempre comente jejeje. A mí, salvando las distancias, me pasó lo mismo con la letra de D´Artacán y los tres Mosqueperros (¿Vale también?)
Abrazos aus Wien, en donde no podemos permitirnos ser "impasibles ante el alemán" :-)

Unknown dijo...

Pues mira que yo siempre creí que era "imposible el alemán" je, je...

Irreverens dijo...

Pues yo confieso que no me sé ni una palabrita de la canción aquí comentada.
:)

Buenos días, eso sí.

Anónimo dijo...

Qué risa, por dios, qué ataque de risa me ha dadoooo!!!Que sí, que es verdad lo de cantar "cara al sol" en el Moscardó, que yo también, pero tu te librabas de los cánticos de las flores de mayo, que también era muy fuerteeee. Y lo de las familias...jajaja, qué risa, qué buena, chafardera, guardo una baraja de esas. Mi primo con estas cosas, ¡qué arte!

Rodros dijo...

Nosotros mantenemos un baluarte de integridad entre tanto teutón! Somos la avanzadilla vamos!!

Y mújol, un día de estos voy a sacar una foto de algo que hay cerca de casa y te la voy a hacer llegar como sea!!!

Alba Stark dijo...

Yo me equivovo con la de "ME GUSTA EL FUTBOL DE MELENDI"

Siempre digo.

No queda un soleto desde la pangea..

Y creo que es otra cosa!!

Anónimo dijo...

Después de no se cuántos años sin leer tu blog, resulta que lo leo hoy y me he perdido cientos de comentarios!!!! Eso es disciplina (y vivir en el campo con calidad de vida, claro). Enhorabuena!!! de eso a escribir la primera novela queda bien poco...

Besos
Tu hermana Marisa

con Ka dijo...

Hola Mújol, he llegado hasta aquí a través de 'Viena directo', ya puedes decir que tienes tres lectores en Alemania, jeje.

Aún no te he leído mucho, pero me gusta mucho cómo hablas de tus alumnos, ojalá hubiera tenido yo un profe que me tratara como a una persona normal... ;)

¡Un saludo!

Anónimo dijo...

Mi prima Marisaaaa....holaaaaaa!!!!