7 de octubre de 2008

Un experimento

En este curso, como ocurrió en el anterior -y supongo que en el siguiente-, debo dar clase a los alumnos que han elegido la opción "No religiosa" para sus clases. No quiero polemizar, sólo aportar una idea que se me ha ocurrido. El año pasado tan sólo tenía a los niños marroquíes, pero este año se han apuntado algunos españoles; lo que ha supuesto para mí más trabajo... y una innegable, absurda e insignificante satisfacción. Por tanto, tenía que pensar algo, tenía que programar algo (programar, no sabéis lo difícil que es ir del mundo del javascript al mundo de los conocimientos-habilidades-destrezas) para esta asignatura durante este curso.

No puedo (no debo) aprovechar para reforzar conocimientos-habilidades-destrezas básicas, así que debe ser algo distinto. Yo lo veo por el lado positivo. Es mi oportunidad. Es la oportunidad de hacer algo por mí mismo; de intentarlo. Supongo que es algo parecido a lo que me llevó a dejar de ser maestro hace más de veinte años. La cuestión es que se me ha ocurrido que durante este curso, dos sesiones a la semana, vamos a hacer disco-fórum. Sí, ¿qué pasa?. El disco-fórum, queridos jóvenes (a los blogueros os hablo) era una cosa que estaba de moda en mis tiempos. Nos juntábamos (donde podíamos) para escuchar a Lluis Lach, a Luis Eduardo Aute, a las Vainica Doble, a Víctor y Diego, a Víctor Manuel (dios mío... planta 14), a Javier Krahe, a la Mandrágora (querido disco), a Carlos Cano (a quien conocí personalmente porque vino a verme a mi clase. A mi clase de Magisterio), a Olga Manzano y Manuel Picón, a Pablo Guerrero, a Luis Pastor (estuve una vez en su casa), a Académica Palanca, a Víctor Jara y Violeta Parra, a los Calchakis, a Pablo Milanés, a Silvio Rodríguez... podría seguir y seguir y llenar páginas.

Pues sí, eso que se hacía, lo de escuchar las letras, aunque parezca antiguo, propio de -como se dice ahora- frikis, es lo que vamos a hacer.

Nota previa para futuros maestros:
Esto no es una programación. Si queréis programaciones, las podéis copiar de cualquier CD-ROM de cualquier editorial (es lo que hacemos todos).


PROCEDIMIENTO:
1º - Recito, lo mejor que puedo (no soy María Asquerino, pero lo intento) la letra de la canción. Ningún problema. Me las sé de memoria. Sí, de memoria. Y reto, desde aquí, a quien no se lo crea.

2º - Escribo en la pizarra, respetando las estrofas y los versos, la letra de la canción. Y la copian. Porque sí, porque lo digo yo. (Y con buena letra). En el cuaderno de Religión (porque no hay otro. No voy a referirme a él como el cuaderno de "no religión").

3º - Escuchamos la canción entera. Si no puedo evitarlo -que nunca puedo, porque soy un profesional del karaoke- yo canto al mismo tiempo y en voz alta, al menos el estribillo.

4º - Pregunto, (a quien creo que ha estado más atento) que nos diga qué cuenta el autor de la canción. Y escucho otras versiones después, haciendo pequeños comentarios sobe cada verso, o sobre lo que creemos que nos está diciendo el autor.

5º - La escuchamos de nuevo, entera. Y yo la canto entera (mi voz, cómo os diría, es... como la de Joan Manuel Serrat...), y algunos empiezan a atreverse con algunos versos. O con el estribillo (el estribillo, qué gran invento).

6º - Leemos, cada uno en su cuaderno, la letra de la canción.

7º - Si nos da tiempo, que nunca nos da, la esuchamos una última vez.

EVALUACIÓN:
Si en la próxima sesión te piden que la pongas otra vez, has aprobado. Pero no vale tenerlo en cuenta al principio. Si al comenzar la canción escuchas -como me pasó a mí el otro día- "profe, esto es una mierda", no debes hacer caso y seguir con lo tuyo. Como si pusieras a Aute en una discoteca. Porque el que pone los discos eres tú. Y no se admiten ni críticas, ni mucho menos sugerencias.

Además es divertido. Como os imagináis, -a muchos no hace falta que os lo diga- ya me hecho una lista de reproducción que se llama "6º B". Una lista de reprroducción que, faltaría más, no voy a desvelar entera.

Eso va a ser uno de los grandes temas este año en mi blog. Mi lista de reproducción para la asignatura "Música, canción y pedagogía". Así se llama. Y el nombre no lo he puesto yo. Lo puso, hace muchos años, mi profesor en Magisterio.

Ya llevamos dos.

El primer día, la asginatura comenzó con la versión de "Sólo le pido a Dios" de Mercedes Sosa.

El segundo día, con la historia de "Clodomiro el Ñajo", de Carlos Mejía Godoy y los de Palacagüina. Una historia de un muchacho que se fue a comprar una libra de clavos y un formón, una libra de clavos y un formón, una libra....

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, aquí estoy. Si, si, me vuelvo a apuntar a tu blog, como a los cursos del taller de teatro. He tardado, pero porque he estado un tiempo sin internet. Por cierto, lamento comunicarte que no lo he echado de menos en absoluto (a internet, me refiero, no a ti). Brillante idea has tenido para tus clases de...¿wesseber?, bueno, o no-religión. Me parece tan fantástica que me pregunto yo: -Diantres!¿se le ocurrirá analizar alguna canción escrita por su prima junto a sus alumn@s, y leerla, y cantar el estribillo, y copiarla y todo eso? o...¿serán siempre temas (con todo mi respeto) de gente que nombras y que no nombras pero que imagino?-. Total, que si admites sugerencias para tu lista de reproducción, pon alguna de mis canciones, querido maestro, porque son historias con sentido, analizables, criticables o lo que quiera que quisierais o pudierais interpretar, que ya luego lo hablaríamos. ¿La mejor razón que tengo para sugerirte esto?, pues que a mi me encantaría, claro está. Qué bien que andes de nuevo por aquí. Un abrazo abrazoso.

Paco Bernal dijo...

Hola! Como siempre que te leo, Mújol, me entran ganas de volver a ser niño para ser alumno tuyo. Estoy seguro de que debes de ser un profe de esos que se recuerdan con cariño, justo cuando uno se acuerda también de "X me lo enseñó fulanito !Qué buen tío era!". Peeeeero (y aquí vienen mis dudas) y mis preguntas que hago no por afán de molestar, sino porque yo me las plantearía en tu posición: el repertorio que has desvelado, ¿No les resulta a los chavales un poco lejano? ¿La "ética cancioneril" murió en los cantautores de los setenta? (esta pregunta la hago a la luz de los títulos que has enumerado, geniales, pero ya algo talluditos) ¿Existen a tu juicio autores de hoy que puedan representar una postura ética, también? ¿Tus alumnos han ido alguna vez a comprar una libra de clavos? ¿Saben lo que es un formón? ¿Tus alumnos disfrutan -como supongo que es, en parte, tu propósito- o estás disfrutando tú por delegación de algo que te hubiera gustado que hicieran contigo en su momento? Lo digo porque yo como profesor a veces he hecho eso también: mi pasión es el lenguaje, gozo con la poesía, pero no a todo el mundo le pasa igual.
Tu entrada me ha hecho pensar, ya ves.
Un abrazo desde Viena.
PS: Dicho sea de paso: me parece que tienes un par. Mucho ánimo. Si llegas a uno solo de ellos, el esfuerzo habrá merecido la pena :-)

belenmadrid dijo...

formón.

(De forma).


1. m. Instrumento de carpintería, semejante al escoplo, pero más ancho de boca y menos grueso.

2. m. Sacabocados con que se cortan las hostias y otras cosas de forma circular.


la segunda acepción tiene tela, jajaja

Mariano Zurdo dijo...

Y en asunto de mujeres como te trata la vida...
Me defiendo, me defiendo como gato panza arriba...

Comparto contigo, creo que lo sabes, la pasión por la música y el convencimiento de que es una herramienta magnífica de comunicación y de aprendizaje. Me parece una idea estupenda, qué quieres que te diga.
Besitos/azos.

JOAKO dijo...

¿Puedo asistir? Me encanta la selección, y mola que conozcan estas canciones. Y la de "los pergumenes", porque esa si que tiene bemoles...

Irreverens dijo...

¡Cómo molas! Esa "religión" me habría gustado hasta a mí, ¿ves?
:P