24 de octubre de 2008

El interés natural

Esta mañana, aprovechando que estamos terminando la lección -la unidad didáctica- de la reproducción de los seres humanos, hemos estado viendo en clase el fantástico documental En el vientre materno, de National Geographic. Este año, y para no depender de tener que reservar con antelación el aula de proyección, he decidido montarme el sistema de proyección en clase; uso como pantalla un mapa colgado del revés en un gancho de la pizarra, y cojo prestado el videoproyector. Como es habitual, mi mac se da cuenta enseguida de que tiene algo conectado y lo muestra sin más (nada de alt-fn-f5 ni esas cosas...). El documental, si no habéis tenido oportunidad de verlo, merece la pena. Imágenes reales del embrión desarrollándose, semana a semana; un auténtico lujo para un maestro que debe explicar todo el proceso.

La cuestión es que mientras lo veían, se ha producido eso de lo que os he hablado alguna vez, y que raramente sucede: atención 100%. Me parece oportuno comentarlo, porque siempre pienso que quizá alguno de mis lectores piense que mi clase es estupenda, y que soy tan bueno en mi trabajo que consigo siempre que todos atiendan, que todos me escuchen, que todos muestren interés en lo que les cuento... y no es verdad. La realidad del día a día me obliga en muchas ocasiones a interrumpir el discurso, o la lectura, o lo que quiera que estemos haciendo, para recriminar a alguien su falta de interés, para impedir que siga molestando a los demás, o para contestar, durante la explicación de la fecundación del óvulo, preguntas como:

- ... Y el óvulo que ha producido la mujer, si no resulta fecundado se expulsa y....
- Profe.
- Sí, Pedro. Dime.
- ¿Ahora viene el recreo o falta todavía una hora?

Pero hoy National Geographic -un DVD que me ha prestado mi compañero Julio- ha conseguido que todos estuvieran atentos. Han hecho preguntas, y he parado la proyección varias veces, pero eran preguntas que demostraban un interés natural (un interés que raramente consigues). Les parecía curioso, por ejemplo, que el feto pudiera oír la voz de la madre desde el interior.

Cuando eso sucede, y mucho más si sucede durante una proyección, te sientas al final de la clase, apoyas la espalda y los miras. Miras sus caras y disfrutas. Y descansas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque alguno ha salido diciendo que las imágenes no eran reales, sinó que estaban hechas por ordenador lo cierto es que les ha encantado, claro que a esas edades todo lo relacionado con la Reproducción les atrae.

JOAKO dijo...

Hombre, el tema es de los de atención segura ¿no?. Por si se te escapa algo "picante", pero si luego lo que les muestras es ese pedazo de documental (es impresionante), pues es casi imposible no atender. Pero es en eso en lo que consiste ser un buen maestro, en buscarse esa ,maña, gancho, mac, BBC...

Paco Bernal dijo...

Una de las cosas que a mí me pasan cuando enseño español es que, aunque no quieras, hay alumnos y alumnos. Y la verdad, cuando se da clase a gente que se interesa en lo que les cuentas, cuando entras en ese estado de flujo (por utilizar una terminología "be water, my friend") mola. Es una sensación que crea adicción. No he visto el documental (mi hermano se lo ponía a mi cuñada durante el embarazo de mi sobrina) pero en vista delas buenas referencias, a ver si me lo agencio.

Irreverens dijo...

Ya me perdonaréis, pero es que ahora mismo sólo se me ocurre decir lo siguiente:

entre este tipo de documentales y el Google Earth (por decir algo más), lo que me resulta inconcebible es que haya algún niño/a que no se quede totalmente anonadado/a y con ganas de saber más... ¡¡Si nosotros hubiésemos tenido estas imágenes!!