27 de enero de 2009

¿Por qué los coches no funcionan sin petróleo?

Esta mañana hemos empezado una lección que habla sobre las fuentes de energía. Como siempre hago, intento soltar antes alguna batallita del abuelo para que sepan de qué vamos a hablar. Es curioso verles las caras, porque estoy seguro que alguno de ellos nunca se ha planteado de dónde sale la electricidad (y, mucho menos, si es una fuente renovable o no). Se me ha ocurrido empezar contando que mi hijo está estudiando la carrera de Física.

Uno de ellos:
- ¿De Educación Física?
- No, de Física. Son científicos que tratan de encontrar alguna solución. Como ya os he dicho, el petróleo se acaba, y por eso hay guerras en el mundo. Es un problema muy grave que tenemos toda la humanidad en este planeta.
- ¿Y por qué no inventan coches con batería?
- Pues eso es justo lo que vamos a aprender. Por qué aún no hay coches que funcionen sin petróleo.

(hemos seguido leyendo, haciendo ejercicios, leyendo...)

Mientras contestaban por escrito, me he acordado de un amigo que tengo estudiando en Berlín. Conoce nuestro periódico, y, como es muy inteligente, y muy respetuoso, tiene la amabilidad de comentarles a los niños, sin poner su enlace. Pero a lo que iba es, admirados físicos, ¿qué carrera es la que trata de responder a esa pregunta? Lo mismo es Economía...

26 de enero de 2009

¿Para qué sirve internet?

• Para escribirse con los amigos y familiares, allá donde estén.
• Para leer los periódicos, de cualquier tipo (incluido El Correo de Cadalso).
• Para consultar el significado de cualquier palabra en nuestro idioma, y comprobar su correcta ortografía.
• Para consultar el saldo de nuestra cuenta bancaria, y hacer transferencias.
• Para consultar y aprender nuevas recetas de cocina, para comprender lo importante que es la cocina, y valorar el acto de amor que es cocinar para tus seres queridos.
• Para hablar por teléfono -de forma más barata- con gente que vive en otros países.
• Para ver cómo es desde el cielo nuestro pueblo, o cualquier otro pueblo.
• Para saber cómo llegar de Ávila a Fermoselle (o cualquier otro destino y origen)
• Para ver y escuchar gratis el concierto de Serrat y Sabina (o cualquier otro concierto)
• Para ver una entrevista de Roald Dhal en la televisión inglesa (o cualquier otro entrevistado)
• Para ver, copiar, tener y poseer el video de Here comes the sun, de los Beatles, (y que exista una copia más, para que no se pierda) o cualquier otro video.
• Para ver la lágrima de aquel cuadro del Museo del Prado. Esa lágrima que nunca viste cuando lo visitaste de verdad. O, simplemente, para ir al Museo del Prado. Sin moverte de casa.
• Para poner anuncios y vender ese mueble horrible. Quizá te den algo por él, y, principalmente, consigas quitártelo de encima.
• Para ir de tiendas (comprarte otro cable para el Mac, un disco de folk de Bruce Springteen, o el DVD de Los Increíbles).
• Para reservar una habitación doble para este puente (jejeje, el viernes no hay clase...) e irte con tu chica/o a Oporto. Porque sí, porque no lo conoces, estando tan cerca.
• Para reírte buscando chistes con tu hijo, tu amigo, tu abuelo, tu padre, o tu compañero de clase.
• Para ver, una vez más, el gol de Zidane.
• Para preguntar por ahí, en la internet, ¿dónde andará Zidane ahora? ¿Qué estará haciendo? ¿Sigue comprometido con UNICEF?
• Para escribir. Para que todos aquellos a los que nos ha gustado escribir en la pizarra tengamos una pizarra enorme. Galáctica.
• Para sentir, aunque sea sólo de forma inocente, que formamos parte de un grupo de gente con cerebro. Un grupo de gente, por tanto, con sentimientos.

Sólo pedimos a los nuevos -a los que os damos nuestra más sincera bienvenida-, que tengáis en cuenta los peligros, pero también las ventajas.

22 de enero de 2009

Historia de internet

Bill Atkinson, uno de los genios menos valorados de la historia digital, creó hace años -AI- (propongo, desde aquí, crear un acrónimo más, y añadirlo a la lista de AC (antes de Cristo), AM (por la manaña) PM (por la tarde): AI, antes de Internet), un programa que llamó Hypercard. Estaba basado en un lenguaje de programación, muy parecido al simple inglés, que se llamaba, cómo no, Hypertalk. Era el hipertexto. Luego vino internet y todos pensamos: cómo mola el hipertexto.

En Anaya, ya usábamos en toda la red un software de correo electrónico. Ya no había "minutas" en papel. Luego vino internet y todos pensamos: cómo mola el email.

Los de Napster, geniales también, pensaron: "Un momento, si los servidores "sirven", y los clientes "piden"... ¿qué tal si todos pudiéramos ser servidores y clientes a la vez...?" Algún cenizo, con algo de razón, dijo: "Vale, pero ¿en qué orden? ¿Servidores y después clientes, o clientes y después servidores? En cualquier caso, no todos, pero muchos, muchísimos, pensamos "cómo mola lo del peer to peer".

Pero los de la tele, que son muchos, muchos más, pensaron que todo esto del perrtoperr era cosa de los informáticos. Los tíos raros esos. Que a la gente lo que le mola de verdad es Escenas de Matrimonio. Y que la tele es suya. Que la tele, lo que sale al salón en todas las casas, incluidas las de mis alumnos, es de ellos.

Ayer, en mi librería favorita de Madrid (guiño a Pereza y a Clandestino), presentaba Juan Cruz (placer, privilegio, enorme gratitud) un libro que mis editores favoritos han publicado con artículos de gente que escribe en blogs. Son blogueros, como yo (profesiones varias, ninguno maestro). Y a uno de los editores, ni idea de quién (pongamos, por ejemplo, al Zurdo, que quizá tiene más tiempo para pensar), se le ocurrió enchufar una cámara de video al PC.

Y muchos pensamos: la tele es de ellos. Pero les queda poco.

¡A por ellos!

20 de enero de 2009

Les escribo a ellos

Alguna vez me han preguntado (mi familia, mis amigos) si no es un poco raro, o inconveniente, o peliagudo, o poco precavido, o demasiado atrevido escribir este blog sabiendo que madres, padres y alumnos lo leen (lo que no sucedía desde el principio). Quizá tengan razón, porque me lo preguntan los que me quieren; pero yo no lo veo así (quizá por eso, porque soy demasiado intrépido). Fui muy consciente, desde que volví de nuevo a ser maestro, que quizá alguna madre me leyera. Incluso algún padre. Y, por tanto, quizá también algún niño. Ahora, afortunadamente para todos nosotros, pero principalmente para mis alumnos, son cada vez más los que tienen internet en casa -aunque, en mi opinión, la albabetización digital va demasiado lenta-. Aún así, y aunque no lo supe a ciencia cierta hasta meses después, aquí se han vertido comentarios por parte de, al menos, una madre, desde el principio. Para mí no ha sido, ni mucho menos, algo incómodo; como tampoco lo ha sido que me leyera, y contestara, alguna niña.

Pero si alguien me pregunta para quién escribo -como no me lo pregunta nadie, me lo pregunto yo-, yo diría que, en el fondo, y aunque no lo parezca, les escribo a ellos. Para que, dentro de unos años, se acuerden de su maestro. Uno escribe para que se acuerden de él. ¿O no?

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Bonus Track: Esta entrada es ya muy vieja. De la época en la que aún no era maestro (de nuevo).

15 de enero de 2009

Al cantar

Ayer estábamos una vez más en la asignatura de Música, canción y pedagogía. Antes de continuar con una nueva canción, estuvimos repasando algunas que ya habíamos escrito en nuestro cuaderno -la última era "Círculos viciosos", de Joaquín Sabina, que viene muy bien para usar correctamente la tilde en "por qué y porque" (¿por qué está de jefe? Porque va a caballo...)-, y como siempre hago, me puse a cantar y les pedí que cantaran también conmigo. Las niñas, las mismas niñas que el año pasado cantaban sin ningún problema, ahora comienzan a sentir vergüenza, y prefieren sólo escuchar. Bueno, no es exactamente así; alguna vez acerco mi oreja y escucho muy débilmente su voz: cantan, pero no se las oye. Como lo que realmente me interesa es que escriban la letra, y comprendan lo que el autor quiso decir, me conformo con que sólo me acompañen algunos niños.

Y hablando de todo esto, me he visto a mí mismo diciéndoles que, al cantar, me suelo olvidar de todos los malos momentos. Un poema de Fito que hemos escrito, escuchado y, aunque algunas con voz inaudible, hemos cantado.

Cuando he llegado esta mañana aún estaba escrita en la pizarra la segunda estrofa, y he abierto el mac para hacer la foto antes de borrarla. Ignoro si Fito Cabrales estará de acuerdo. No sé si la SGAE me lo permitiría. Yo me limito a aprovechar todo lo que tengo a mi disposición, porque sigo sin saber lo que está prohibido y lo que no.

13 de enero de 2009

Responder a todos

Hoy toca una batallita. Una de esas historias que me vienen de vez en cuando a la memoria. Ayer, recibí un mail de mi hija dirigido a muchas personas (tantas como su libreta de direcciones), avisándonos de la fecha del próximo concierto de su grupo. Al cabo de pocos minutos, comencé a recibir más mensajes respondiendo. Pretendían responder a mi hija, pero habían usado erróneamente la opción de "Responder a todos". Es algo muy habitual, que nos puede pasar a cualquiera, mucho más si no tenemos costumbre de usar el correo electrónico en entornos de oficina.

Eran los últimos días de la "mayor empresa de comercio electrónico de Europa": Ecuality. Iba ya tan mal, que se les ocurrió nombrarme director general de su principal tienda en internet, Diversia. La verdad es que me tomé el cargo como si me hubieran hecho un homenaje póstumo: todos sabíamos que iríamos directos a la quiebra. Pero en aquellos días, cuando habíamos cambiado, una vez más, de director general del grupo, sucedió algo que jamás olvidaré. Guillermo, el responsable de la sección de cine, comenzó a chillar en medio de aquella sala enorme con largas mesas llenas de ordenadores. ¡Estoy fuera, estoy fuera!, -gritaba-. Me levanté y fui a su sitio, tratando de saber qué sucedía. Él no era capaz de decir otra cosa, le temblaban las manos y no paraba de gritar. Cuando, poco a poco, se fue calmando, nos explicó a todos que me había respondido un mensaje del nuevo director general del grupo, que se presentaba y nos animaba a continuar trabajando. Me lo había enviado a mí... y también al nuevo director:

Bueno, Ángel, ¿qué te parece esto? La misma mierda. No se enteran de nada; siguen de reunión en reunión, sin hacernos caso, sin saber qué es lo que realmente se necesita. Por mí, ya puede hacer lo que le de la gana, me da exactamente igual.

Cuando aquella tarde me llamó a su despacho el nuevo director general del grupo, lo primero que hizo después de presentarse fue, mirándome muy serio, preguntarme quién era el tal Guillermo.

"Es el manager de la sección de cine", -respondí-. Y en aquel momento, justo después de unos segundos inquietantes, noté que sus labios comenzaron a dibujar una leve sonrisa. Y aquella sonrisa provocó inmediatamente nuestras carcajadas.

A mi amigo Guillermo, allá donde te encuentres.

12 de enero de 2009

El día de la paz

Hoy hemos tenido claustro. Entre otras cuestiones, como la "programación anual", que debe ser diferente de la "programación didáctica" y del "proyecto curricular"..., se nos ha pedido que vayamos pensando qué hacer para celebrar el Día Internacional de la Paz, el próximo 30 de Enero. He comentado en público que, en mi opinión, ninguna iniciativa tendría mucho sentido si no se menciona lo que está pasando en Gaza. Aunque no es mi intención usar mi blog para protestar, ayer domingo me alegró mucho ver que Forges (ese sí que es un maestro) menciona a Cadalso de los Vidrios en su viñeta. Volviendo del cole, haciendo mis deberes mentales, sin quererlo, iba pensando en qué hacer ese día. He recordado inmediatamente la actividad del año pasado, porque os lo conté aquí (uff, ya ha pasado un año); una pancarta que aún está colgada en la pared de las escaleras, y en la que además, a modo de muro, han ido añadiéndose más nombres. La verdad es que me da pena quitarla, y nadie lo ha hecho por mí hasta ahora.

Cuando he llegado a casa, ya se me había ocurrido algo. Perfecto. Y además, sin pegamento. Debería alguien escribir un libro para los maestros -al menos para maestros como yo- que se titulara "Actividades docentes sin pegamento". Sólo el papel blanco en rollo que hay en el pasillo -espero que no se acabe- y pintura negra. La del bote grande de témpera que tiene Maribel la de 4º y que me prestará. Los pinceles ya los tengo. Me compré una bolsa de 15 pinceles el otro día en los chinos por un euro (que me debe Esperanza). Vamos a copiar la viñeta de Forges. Vamos a hacer una viñeta de Forges de tres metros de ancho. Eso es lo que vamos a hacer.

8 de enero de 2009

Cuesta de Enero

Lo bueno de escribir en un blog es que, como no te pagan, nadie te obliga. Si, además, es un blog que tiene pocos lectores, mejor aún, porque ni te obligan, ni te esperan. Y lo bueno de no ser escritor -aunque a todo el que lee le gustaría serlo-, es que sólo escribes cuando tienes algo que escribir, que seguramente desde el punto de vista psíquico, es lo mismo que "algo que decir". No sé de dónde viene la inspiración, ni sé cómo se la invoca; si lo supiera, ya sería escritor. Los que escribimos gratis en internet- que casi es lo mismo que los que leemos en internet-, lo hacemos por muchas razones, pero todas tienen que ver con sentirse bien. Y la escritura, en internet, te regala la posibilidad añadida, una posibilidad galáctica, de que alguien te lea, y le guste lo que lee. Como hacen los escritores, te regala la posibilidad de tener lectores anónimos, aunque en tu caso sea sólo uno (o una). Nunca se sabe.

Así que, no escribo hoy disculpándome por no haberlo hecho hace tiempo (al fin y al cabo, este blog es un diario). Escribo simplemente porque me apetece hacerlo. Hoy han empezado las clases, y hoy me he sentado delante de mi mac. A escribir, y no a leer, porque creo que lo he encendido al menos todos los días un ratito. En lugar de estar viendo la televisión, he estado viendo internet. Sí, deberíamos todos intentar meter esa expresión en las casas: "¿qué hace el niño? Está viendo internet". Yo sigo teniendo esas esperanzas puestas en internet, en la parte de internet que es la que a mí me gusta (qué tontería, la que nos gusta a nosotros). La parte de internet que, cada vez que ves una muestra más, hace que se te ponga la carne de gallina y pienses: "qué bonito". Yo no creo que tengamos que decir quienes somos. Ni que nos tengan que identificar a todos como "los que están contra el canon" (aunque yo sí lo esté). Sólo admitiría, por mi parte, que me identificaran como:

Esa gente, la de internet, que están tol día dándole a la tecla, que ni comen ni beben ni ná. Y al final todos piraos, como el Enjuto Mojamuto ese. Esa gente que graba a un amigo contando un chiste, y lo pone en internet. Esa gente que escribe en la Wikipedia, o que cuenta en un blog que su hija murió en un accidente de coche; esa gente que te habla de películas que no puedes perderte, o esa otra que te dice, en tu habitación, que si quieres ver un video de Ian Anderson que no habías visto. O esos otros que te prestan canciones, esos con los que compartes canciones. Esos amigos tuyos, colegas, troncos, o lo que sea, que, como están tan piraos como tú, en el último ensayo de la banda se traen una cámara de video y graban. En definitiva, esa gente, los de internet, que se han empeñao en estar tol día leyendo.

Sí, ¿qué pasa?

(siempre me ha gustado el estilo Loquillo (el de Los Trogloditas).