13 de diciembre de 2007

El libro de estilo

Nunca he escrito un diario, así que no sé cómo se hace. No sé si hay que mantener, desde el principio, una cierta línea temática, de estilo, o de cualquier otra índole. Lo que hago es sentarme todas las tardes, abrir mi mac y esperar un ratito oyendo música a que se me ocurra algo. Siempre se me ocurre, pero no siempre lo cuento bien (contarlo bien es muy difícil). Sólo me he propuesto (lo hago cada día) tratar de que sea algo mínimamente interesante para futuros maestros. Pero no siempre lo es. Hacer que resulte interesante es muy difícil.

Además, tengo muchas dudas en cuanto al estilo. Por ejemplo, a mí siempre me ha parecido que las palabrotas te dan un juego que no te dan otras palabras. Te sirven para enfatizar algo, pero además con cierto toque de humor; al menos a mí me lo parece. Y hay otra cosa, además. Los libros que más me han gustado -Alba, me apasiona leer-, desde siempre son aquellos que van dirigidos a todos los públicos. O mejor dicho, aquellos de los que no sabes si son para niños o para adultos. -El primer día, que aún no ha llegado, que leas El Principito, de Antoine de Saint Exupery, entenderás lo que digo-. Y yo no sé escribir tan bien. Eso es muy difícil.

Esta mañana hemos ido, como todos los jueves a primera (hora), a la biblioteca del cole, a cambiar o renovar el libro. (Cada uno saca el libro que quiere, y lo devuelve cuando termina. Bueno, no. Cuando termina no. En la mayoría de los casos, cuando se cansan de ver los dibujos...).

En la fila, Alba, con cara de enfadada:
- "Profe, tú dices muchas palabrotas."
- Estooo, pero... en clase no. ¿A que no?
- "No, en clase no. Pero en tu blog sí."

Así que, no sé qué hacer con mi libro de estilo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ángel, mi consejo: siempre que puedan oirte (o leerte) esos "locos bajitos", es mejor no decir palabrotas, es mejor no dar mal ejemplo. Por lo menos es lo que yo he hecho siempre con mis hijas y con mis alumnas y alumnos. Luego con los amigotes es otra historia.
Y, por cierto, tus "historias" son magníficas, soy uno de tus lectores asiduos (sé que cada vez somos más) y no me pierdo cada día tus relatos. Sé que no es fácil escribir, pero tú haces que parezca fácil. Lástima que los fines de semana descanses...

Un abrazo.
(Chedor)

Anónimo dijo...

Parece un tema recurrente hoy! Acabo de leer en otro blog, que va a ser cerrado porque una persona non-grata lo está leyendo.
Se escribe lo que uno quiere o se escribe lo que otros quieren leer? De todas formas está bastante claro que una vez que el "secreto" ha sido destapado, la palabra clave es moderación.. Yo también he decidido autocensurarme quitándome el link del nombre. Abrazos desde Berlín hasta Cadalso

Anónimo dijo...

NO PASA NADA ANGEL.
YO DIGO MAS PALABROTAS DE LAS QUE TU JAMÁS. Y A VECES SE ME ESCAPAN HASTA EN EL COLE. VOY A ESCRIBIR OTRO CUENTO. Y CREO QUE TE VA A GUSTAR.
AH! EN EL COLE SEGURO QUE HAS OIDO ALGUNAS DE ESAS PALABROTAS.
Y, COMO AHORA NO ESTAMOS EN EL COLE, ME DESAHOGO.
JODER.
ADIOS!

Mújol dijo...

Alba, prometo públicamente no volver a escribir palabrotas nunca más. Al menos aquí.

Anónimo dijo...

Te entiendo perfectamente. Lo cierto es que, aunque en otro ámbito, yo también tengo esa duda a menudo, y es difícil. Si encima tuviera que elegir eliminarlas cuando escribo me resultaría muy difícil. Al fin y al cabo, son parte del lenguaje, ¿no?

Y sin embargo, dicho esto, creo que tienes razón en tu propósito.

Desde aquí, mis felicitaciones a Alba. ¿Escribes cuentos? Eso está muy, pero que muy bien. Una chica que dice palabrotas y escribe cuentos, para mí es una chica inteligente, aunque esto pueda parecer una tontería, que seguro que lo es.

Anónimo dijo...

yo ya he leido EL PRINCIPITO. me lo leí con ¿7 años? no me acuerdo.
sí clandestino. empecé a escribir cuentos desde los 5 años hasta ahora.
UN BESO.
ADIÓS!

Alba Stark dijo...

yo ya he leido EL PRINCIPITO. me lo leí con ¿7 años? no me acuerdo.
sí clandestino. empecé a escribir cuentos desde los 5 años hasta ahora.
UN BESO.
ADIÓS!