20 de septiembre de 2015

Mi colegio

Revisando viejos papeles, hoy me he encontrado una foto. Son cosas que sólo te pasan con objetos físicos, nunca sucederán con algo digital: la foto me ha encontrado a mí, no yo a ella. No quiero decir con esto que debamos imprimir todas las fotos del móvil —sería un desastre ecológico mundial con consecuencias catastróficas—, para poder recordarlas, porque nuestra memoria tiene un límite, y tiene que hacer un inmenso trabajo para seleccionar lo importante de lo anecdótico. Además, ¿con qué criterio decidimos? ¿Qué merece la pena imprimir, con lo que cuesta el tóner?

En el fondo, no importa. Un día te ocurrirá lo mismo que me ha pasado hoy a mí. Abrirás una vieja carpeta y te encontrarás a ti mismo. En la playa, jugando al fútbol, en tu cumpleaños, o en el colegio. Fotos en papel de un instante de tu propia historia; eres tú, y al mismo tiempo es un desconocido. Sientes ganas de hablar con él, de prevenirle para lo que le espera; de avisarle de todos los peligros, de todas las amenazas, de todas las dificultades que tendrá que superar. Pero no puedes, porque eres tú. Eres tú hablando contigo mismo.

Este año, las fotos de los periodistas de El Correo de Rozas de Puerto Real, van a ser como esta, con un lápiz en la mano (pero sin el marco de la tele). Me gustaría mucho que a alguno de vosotros, dentro de cincuenta años, os pase lo mismo que a mí.

Lo hiciste bien. Lo tenías difícil, pero jamás dejaste de intentarlo. Enhorabuena, chaval.


No hay comentarios: