27 de septiembre de 2015

La franja

franja
(Del fr. frange).

  • 1. f. Guarnición tejida de hilo de oro, plata, seda, lino o lana, que sirve para adornar y guarnecer los vestidos u otras cosas.
  • 2. f. Faja, lista o tira.



La Rae dice esto de la franja, pero la franja son muchas más cosas. Podemos estar hablando de una franja de tiempo, de una franja de edad, de una franja en el terreno… Lo bueno de la franja es que no se puede definir, pero eso no aparece totalmente definida en la Rae. Hay palabras, ideas, conceptos, que no pueden definirse, que no pueden explicarse mediante el lenguaje escrito. Cosas que tampoco pueden dibujarse, porque tampoco tienen definición (en su acepción referida a "Nitidez con que se perciben los detalles de una imagen observada mediante instrumentos ópticos, o bien de la formada sobre una película fotográfica o pantalla de televisión". ).

En el Google Maps pueden ver líneas, pero no puedes ver franjas. No puedes saber si los tomates son de la franja, o el ajo de Erla, —que es mi slogan publicitario favorito (pronúnciese con un megáfono y todo seguido)—. Puede que haya mar, y por tanto pescado y marisco. Puede que por allí pase un río, y produzca coles y lechugas. Puede que haya bellotas y por allí correteen alegremente los cerdos.

Puede que vivas lejos de la franja, o que quizás vivas cerca. Quizá tu carácter, tu personalidad, tenga que ver con tus padres, pero también con tu tierra. Con tu lengua.

Porque los tomates, los ajos, las merluzas, los bogavantes, los espárragos, los cerdos y todo lo que somos, vienen de una franja de terreno. Una franja que tendrá sus límites, pero están muy poco definidos. No creo que el ser humano, al paso que va, consiga una definición.

20 de septiembre de 2015

Mi colegio

Revisando viejos papeles, hoy me he encontrado una foto. Son cosas que sólo te pasan con objetos físicos, nunca sucederán con algo digital: la foto me ha encontrado a mí, no yo a ella. No quiero decir con esto que debamos imprimir todas las fotos del móvil —sería un desastre ecológico mundial con consecuencias catastróficas—, para poder recordarlas, porque nuestra memoria tiene un límite, y tiene que hacer un inmenso trabajo para seleccionar lo importante de lo anecdótico. Además, ¿con qué criterio decidimos? ¿Qué merece la pena imprimir, con lo que cuesta el tóner?

En el fondo, no importa. Un día te ocurrirá lo mismo que me ha pasado hoy a mí. Abrirás una vieja carpeta y te encontrarás a ti mismo. En la playa, jugando al fútbol, en tu cumpleaños, o en el colegio. Fotos en papel de un instante de tu propia historia; eres tú, y al mismo tiempo es un desconocido. Sientes ganas de hablar con él, de prevenirle para lo que le espera; de avisarle de todos los peligros, de todas las amenazas, de todas las dificultades que tendrá que superar. Pero no puedes, porque eres tú. Eres tú hablando contigo mismo.

Este año, las fotos de los periodistas de El Correo de Rozas de Puerto Real, van a ser como esta, con un lápiz en la mano (pero sin el marco de la tele). Me gustaría mucho que a alguno de vosotros, dentro de cincuenta años, os pase lo mismo que a mí.

Lo hiciste bien. Lo tenías difícil, pero jamás dejaste de intentarlo. Enhorabuena, chaval.