26 de octubre de 2013

Ex-alumnos

Tres artículos (tres entradas) en lo que va de año. Y luego les digo a mis alumnos que escriban. Este blog es una falacia... (si alguien no sabe lo que significa "falacia" que lo mire aquí.)


Te echo de menos, y les pido disculpas a mis actuales alumnos, a los que les tengo mucho cariño, por decirlo en público. Eso no significa que no los quiera a ellos, porque -aunque alguno quizá lo dude- también los quiero a ellos; pero hace mucho tiempo que quería decírtelo, y no sabía cómo, o no encontraba el momento. Así que este artículo (esta entrada) es para ti.

A los maestros, a todos los maestros, nos encanta pensar que nuestros ex-alumnos tienen un buen recuerdo de nosotros. Nos gusta pensar eso porque nos acordamos perfectamente de aquel maestro que tuvimos, aquel que de verdad nos enseñó; en el fondo, nuestra aspiración es ocupar ese lugar de la memoria que permanece para siempre, como en mi caso la Señorita Victoria. No sabemos si cobraremos la extra de Navidad, así que soñamos con que ellos, es decir, tú, tengáis un buen recuerdo de nosotros. Algo sí como un certificado de calidad, pero que no está en papel ni sirve para los sexenios.

El otro día vino Paula a verme. Está contenta, y eso es lo más importante. La vi muy mayor, y muy responsable, me alegré mucho de que viniera a verme. También vino ayer Juan Antonio; está hecho un tío hecho y derecho. Le pregunté si tenía novia, pero me dijo que "esas cosas son personales". Le di dos besos a Paula, y un abrazo de hombre a Juan Antonio.

Otro para ti, Juan, el amigo oficial de la clase.

(y besos para tus padres y tus hermanos).

2 comentarios:

amelche dijo...

Pues sí, es bonito que los ex-alumnos vengan a vernos. Un abrazo.

Juan Emmitt dijo...

Ángel, yo también te hecho un montón de menos espero verte ya. Ahora en el instituto voy muy bien gracias por todo Ángel.
Un saludo.

Juan