26 de marzo de 2007

Wikipedia

Desde que comenzó a tener cierta relevancia, me interesó el proyecto de la Wikipedia. Mi interés estaba no el resultado del proyecto, y en imaginar cómo evolucionaría, sino en observar cuál era la reacción de los usuarios. En principio, contar con la posibilidad de que se convirtiera en un instrumento académico de consulta parecía -y aún me lo parece -un poco utópico. Pero por otro lado, había algo romántico en la idea. Una enciclopedia escrita por los propios lectores. ¿Qué pasaría con el rigor necesario? ¿Terminaría siendo un sitio donde escribir palabrotas, pintar bigotes en las caras de los cuadros y aprovechar el anonimato para decir, simplemente, tonterías? ¿Realmente funcionaría? Al fin y al cabo, se trata de ver si eres optimista respecto al término "gente", o si eres -como soy yo- ciertamente pesimista. Cuando queremos poner de manifiesto un comportamiento incorrecto -como, por ejemplo, la forma de conducir de algunos- solemos decir "la gente conduce fatal". Bien, pues, ¿cómo se comportaría la gente si tuviera un muro gigantesco para escribir? ¿Cuál sería el resultado? ¿Millones de borrones tipo grafitero-con-exceso-de-autoestima?

Como digo, nunca fui demasiado optimista con este tipo de iniciativas, aunque insisto en que me interesan porque ponen a prueba la capacidad colectiva de un grupo numeroso de seres humanos. Y el otro día, hablando con mi hijo, me quedé bastante sorprendido. Le contaba que había encontrado en la Wikipedia una traducción al castellano de un tema que me interesaba, y que afortunadamente después encontré en inglés.

-"La traducción es lamentable"-, le dije. -"Es una pena que la Wikipedia tenga ese tipo de artículos."-

-"Pues edita esa entrada y mejora la traducción, papá"- me contestó.

2 comentarios:

Kim dijo...

Nunca dejas de aprender, abuelo. Y eso es muy importante, sobre todo a tu edad. Je je je.
Bienvenido de nuevo, coño.

Rfa. dijo...

No suelo participar en el debate sobre la Wikipedia porque ni siquiera sé qué hay que hacer para colocar una entrada y/o editar otra que alguien haya colgado. Soy incapaz de aceptar que la dichosa enciclopedia funcione al libre albedrío de los internautas. Algo de intervención o de control debe de haber, ¿no?
En cualquier caso, si tuviera que opinar diría que mis suspicacias no están relacionadas con el barbarismo del que tú hablas. La gente que pinta bigotes a las caras de los cuadros no suele consultar las enciclopedias. En lugar de preocuparme por ellos, yo me preocuparía por la rivalidad entre proyectos como el de Wikipedia y el de Citizendium, que persiguen los mismos objetivos y se descalifican entre sí. Cuando te paras a pensar que el fundador de Citizendium fue uno de los creadores de Wikipedia, que conoce todos sus entresijos y que ahora persigue, ante todo, el éxito de su nuevo proyecto, la sospecha es inevitable. ¿Qué podría hacer él en Wikipedia para desprestigiarla? La conspiranoia, señores, es divertidísima.
Me ha encantado la respuesta de tu hijo. Simple, irrefutable y rabiósamente contemporánea.