Oigo voces. Abro un ojo, y miro a través de la claraboya. El sol aún no ha entrado. Parece que los chicos se han adelantado hoy. Pego la cabeza a la reja, y escucho:
— No paran de cagar estas bestias. Vaya una mierda de empleo.
— Dani, tal y como está el patio, más vale que nos demos por satisfechos. La tele no para de hablar de lo mal que está todo.
— Y peor que se va a poner. Algunas veces pienso que éstos tienen mucha más suerte. Míralos, la zampa asegurada, paja fresca todos los días, y sin hipoteca.
— No digas tonterías, Dani. Al menos tenemos curro, y nuestro curro no sólo consiste en limpiar mierda de mono. Anda, date prisa, porque están abriendo las puertas.
— Oye, ¿no me dijiste ayer que venía un colegio entero a quedarse a dormir en el acuario?
— Sí, pero un cole pequeño, de esos de pueblo. Es tan pequeño que sólo hay tres clases para todas las edades.
— ¿Solo tres clases? Como debe molar, ¿no? Yo aún me acuerdo de mis compañeros de clase. ¿Qué habrá sido de Areces? Aquel niño era un experto dibujando animales.
— ¿Areces? ¿No se apellidaba Areces el dueño de El Corte Inglés? Lo mismo ahora es un tío millonario...
Se alejan las voces. Pronto abrirán la reja, y podré salir al exterior a respirar aire limpio. Y, con un poco de suerte, podré ver la luna. ¡Ah, la luna!
AÑO 2012, 1/5 19:22 h. FIN DE LA TRANSMISIÓN.
1 de mayo de 2012
En el zoo
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2 comentarios:
Espero que sí, que te dejaran salir y ver la luna. :-D
¿Eso lo dijieron Amelia y Dani? Me he quedado sin palabras.
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